Víctor llegó a la Iglesia Universal con su vida completamente destruida. Tenía problemas familiares, espirituales y económicos.
“Los problemas económicos comenzaron con una obra que no se pudo pagar. Eso provocó una deuda muy grande con nuestros empleados y proveedores, era algo así como $600 mil. Por esa deuda perdimos la casa, nuestras herramientas de trabajo, camionetas nuevas y maquinarias de la empresa.
Estos problemas económicos trajeron problemas en el matrimonio, en los chicos, que sufrían humillaciones en la escuela. Llegábamos a casa y teníamos gente esperando en la puerta para cobrarnos, unas 40 personas aproximadamente, entre empleados y proveedores”, relata.
Su esposa cuenta: “Estábamos mal, peleábamos por todo, él fumaba mucho y también tenía problemas de salud. En esta situación conocí la Iglesia Universal”.
“Hoy, gracias a Dios somos una familia completamente feliz, refundamos la empresa, hoy es muy próspera, tiene el triple de volumen de lo que tenía antes, tenemos equipos nuevos, renovamos permanentemente nuestras herramientas y vehículos, además empleamos a más de 120 personas. En solo tres meses pagamos la deuda, cambiamos nnuestro auto particular, queremos empezar el año con un Audi Q5.
Mi vida hoy es completamente diferente, y lo que hizo todo eso posible fue la Campaña de Israel.”
“Los problemas económicos comenzaron con una obra que no se pudo pagar. Eso provocó una deuda muy grande con nuestros empleados y proveedores, era algo así como $600 mil. Por esa deuda perdimos la casa, nuestras herramientas de trabajo, camionetas nuevas y maquinarias de la empresa.
Estos problemas económicos trajeron problemas en el matrimonio, en los chicos, que sufrían humillaciones en la escuela. Llegábamos a casa y teníamos gente esperando en la puerta para cobrarnos, unas 40 personas aproximadamente, entre empleados y proveedores”, relata.
Su esposa cuenta: “Estábamos mal, peleábamos por todo, él fumaba mucho y también tenía problemas de salud. En esta situación conocí la Iglesia Universal”.
“Hoy, gracias a Dios somos una familia completamente feliz, refundamos la empresa, hoy es muy próspera, tiene el triple de volumen de lo que tenía antes, tenemos equipos nuevos, renovamos permanentemente nuestras herramientas y vehículos, además empleamos a más de 120 personas. En solo tres meses pagamos la deuda, cambiamos nnuestro auto particular, queremos empezar el año con un Audi Q5.
Mi vida hoy es completamente diferente, y lo que hizo todo eso posible fue la Campaña de Israel.”
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