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MENSAGE DEL OBISPO


Por tres veces consecutivas, el Señor le ordenó a Josué que sea fuerte y valiente.Josué 1
Dios no hace sociedad con débiles y cobardes.
La conquista de la Tierra Prometida exigía firmeza de carácter y determinación.
¿Y no es así la posesión del Reino de los Cielos?
Jesús enseña que es tomado a base de violencia, y solos los violentos se apoderan de él. Mateo 11:12
Los sentimientos religiosos son las armas de los débiles, pues ¿qué guerrero se atreve a salir a la guerra con un violín a cuestas?
Como la salvación del alma exige obstinación, la conquista de las promesas Divinas también.
Dios había escogido a Abraham porque sabía que, entre oír Su Voz y la de su corazón, él no vacilaría en obedecerlo.
Ahora era el turno de Josué:
“Esfuérzate y sé valiente; porque tú harás que este pueblo herede la tierra…” Josué 1:6
Dios es espíritu, no alma.
Por eso, en la relación con Él, los sentimientos del alma (corazón) no valen.
Él cuenta con gente que razona y decide oír y practicar Su Palabra.
No es fácil.
No es fácil porque eso exige un enfrentamiento con los requerimientos de los sentimientos del alma.
Por eso, Él solo cuenta con los fuertes y valientes.
Gente que acostumbra a usar el raciocinio en vez del corazón.
Gente dispuesta a arriesgar su todo por el Todo de Dios.
Tiene que ser definido en la fe, determinado en lo que quiere y obstinado en su ideal.
Eso significa ser fuerte.
Por otro lado, el coraje exige mantener posición en el frente de la batalla, independientemente de las circunstancias.
Eso es perseverancia.
Dios no cuenta con gente del tipo ‘maría va con las otras’…









“Y serán para Mí especial tesoro, ha dicho el Señor de los Ejércitos, en el día en que Yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.” Malaquías 3:17-18
Dios es el Supremo Creador, Soberano Señor de los Cielos y de todo el Universo. Toda la gloria de la riqueza y el resplandor pertenecen, exclusivamente, a Él.
Cuando Él hace mención de Su Tesoro Especial, significa que todo el resto de la creación se vuelve inferior a ese Especial Tesoro.
Créalo si quiere, pero el infinito no es más valioso que Su Tesoro Especial.
Para ser considerado Tesoro Especial tiene que ser algo mucho más valioso que toda Su creación. De lo contrario, no justificaría ser considerado Tesoro Especial.
Dios creó todas las cosas usando apenas Su Palabra. Sin embargo, cuando hizo a la criatura humana, Su obra maestra, Él usó las manos. Fue la única creación hecha con las propias manos.
Curiosamente, Su obra más gloriosa fue justamente la única que se rebeló y todavía se mantiene rebelde contra Él: el ser humano.
A causa de eso, para rescatarla y volverla Su Tesoro Especial, Él tuvo que pagar un valor que no todos los demás tesoros de los Cielos y del Universo juntos serían suficientes para rescatarla.
Es decir, el costo del rescate de Su Obra maestra era mayor que toda la creación. Ni arcángeles, ángeles, querubines, serafines y todos los demás seres celestiales reunían valores suficientes para pagar el rescate.
El trabajo de rescate de la criatura humana solo podría ser rescatado por el Propio Dios. Nada ni nadie podría substituirlo.
Por tanto, Él tuvo que darse, escindirse para tener de vuelta a Su Obra maestra. Por primera vez, en toda la historia Celestial y de la Creación, el Dios-Hijo, Jesús, tuvo que separarse de la Santísima Trinidad: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y venir al mundo como hombre.