Durante siete años, los hijos de Israel vivieron esclavizados, prevaleciendo el dominio de los medianitas sobre ellos. Todo lo que era sembrado era destruido por sus enemigos, no dejaban ningún sustento en Israel. Ni ovejas, bueyes o terneros, dejando a Israel muy débil debido a la presencia de sus enemigos.
Sin embargo, es importante notar que, aun debilitados, ellos usaron la poca fuerza que les quedaba para construir cuevas en los montes y en las cavernas y crear fuertes. Pero no usaron esa poca fuerza para enfrentar al enemigo. Así ha sido con muchas personas, que prefieren usar la poca fuerza que les queda para soportar los problemas.
Veamos algunos ejemplos: La esposa, que hace una inmensa fuerza para soportar la traición, el abandono y el desprecio del marido… La madre, para soportar el hijo en las drogas…
El trabajador, para soportar la humillación, la escasez y la miseria, viviendo en la pobreza… en lugar de usar esa misma fuerza para enfrentar los problemas y vencerlos.
Gedeón usó la fuerza que tenía para sacudir el trigo, a fin de ponerlo a salvo de sus enemigos, y cuando lo hizo, Dios se le apareció.
Dios jamás aparecerá en la vida de aquellos que viven soportando sus problemas, como si fuesen un karma, su cruz o un destino trazado. ¡Es necesario usar la fuerza de la fe y salir de la “caverna de la comodidad”, de la “cueva del conformismo” vencer el “fuerte del miedo” y lanzarse en el Altar de Dios, para que haya un cambio!
Esta es la propuesta de la Hoguera Santa de Israel en la fe de Gedeón. Quien quiera usar esa fuerza para cambiar de vida: ¡Ve en esta tu fuerza! ¡Quien no quiera, que se quede!
¡VE EN ÉSTA TU FUERZA!
TESTIMONIO
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